Sión nació como misión, hija de la Iglesia Santísima Trinidad, el 29 de Noviembre de 1907. Enseguida comenzó su árdua tarea de proclamar el Evangelio de Cristo en esta esquina de la Calle Comerío. Sin perder tiempo se establece la primera escuela dominical, la cual ha continuado sin interrupción alguna con solo cambios de horario hasta el presente. La tarea era muy dura, debido a las circunstancias, mayor fue la bendición del Señor sobre aquellos humildes pero valientes hermanos. Con muchos sacrificios se construyó una capilla de madera en el 1909. Allí se congregaban fielmente para adorar y estudiar las Escrituras. La mano de Dios no se apartaba de ellos y la pequeña misión, crecía y se fortalecía continuamente.
Un dato sorprendente es que la Liga Luterana de Jóvenes, conocida en un principio como reunión bíblica, se organizó un 2 de Julio de 1912, antes que la congregación se organizara como tal el 27 de Abril de 1913. De modo que la Escuela Bíblica y la Liga de Jóvenes son mas antiguas que la congregación misma.
En el año 1926 empieza a trabajar como maestra de kinder la Srta. Rosario Ojeda, quien se convirtió en una figura legendaria, pilar de esta congregación, por cuyas manos pasaron muchos de nuestros lideres actuales, incluyendo nuestra pastora actual. Miss Ojeda fue además misionera, poetisa, compositora de himnos, tesorera de la congregación, organista, directora teatral, consejera de la Liga de Jóvenes, espina dorsal de la Escuela Bíblica. Su apostolado comprendió varias décadas de y hasta el día de su partida a la Iglesia Triunfante, fue una figura central en el ministerio de esta congregación.
En 1934 se organizó una sociedad de caballeros con el nombre de Caballeros Evangélicos de Sión, posteriormente se ha llamado Sociedad de Caballeros y actualmente, Hermandad de Caballeros.
En 1950 se organizó el Coro Luterano Sion el que en sus participaciones fuera de la congregación se conoció como Coro de Bayamon. El coro se organizó bajo la dirección del Dr. Angel M. Mattos, con el lema Desde Dios hasta los hombres por medio de la mùsica. Este coro fue un brazo fuerte de evangelización y alcance para la juventud, que llegaba a la iglesia atraída por el coro y alli conocían el evangelio de Cristo. Nuestro coro puso muy en alto el nombre de Puerto Rico y de nuestra iglesia luterana en lugares como el Convention Hall en Miami Beach; en Caracas, Venezuela y Nueva York. Recibiendo grandes reconocimientos por su mùsica y por el mensaje de sus interpretaciones. Sión ha sido rica en la producción de buenos mùsicos, cantantes y directores de coro: Dr. Angel M. Mattos, Angel M. Mattos, hijo, Ricardo Cabrera, Angel D. Mattos, Santos (Tito) Davila y Nadjah Galindez. Hasta el día de hoy, aunque mas reducido en nùmero y con una agenda mas sencilla, nuestro Coro, Coral Misionera Angel M. Mattos Nieves, se mantiene activo alabando a Dios y dirigiendo el cántico cada domingo, bajo la dirección de Angel David Mattos.
Nuestra iglesia ha tenido un ministerio de acólitos por más de 35 años. Estos niños, entre las edades de 9 a 13 años, constituyen uno de los componentes mas simpáticos e importantes en la adoración. Ellos no solo dan realce a las celebraciones litùrgicas, sino que se desarrollan y fortalecen su fe creciente en un servicio bello y necesario en el culto y sobre todo en la Eucaristia. Los acólitos son parte de una tradición que se remonta a los años tempranos de la Iglesia y que solo tiene un propósito: alabar a Dios y servir a la Iglesia.
El 11 de Febrero de 1945 fue instalado el Rvdo. Cesar A. Cotto, quien pastoreó esta congregación por 35 años. El pastor Cotto y su esposa Genoveva, fueron los intrumentos de Dios para afianzar esta congregación, para llevarla a declararse en sostén propio en 1958 y emprender una ambiciosa obra de construcción que culminó con la dedicación del actual templo en 1965.
Al acogerse al retiro el Pastor Cotto en 1980, los Pastores Carmelo Mercado, Gregory Villalón y Enrique Mercado continuaron sembrando la semilla y cuidando de la grey. Sión ha producido extraordinarios candidatos al ministerio de la Palabra. En el 2005, la iglesia llamó a una hija de Sión, la reverenda Vivian Davila para ser su pastora.
Al mirar hacia atrás, vemos como hemos sembrado semillas de fé, de confianza en el Señor, de valor y sacrificio. Estas semillas han dado fruto en abundancia. Ahora, el Señor dirige nuestra mirada hacia el futuro, con el reto de continuar sembrando y cosechando los frutos de su Palabra. Que así nos ayude Dios a trabajar árduamente y sin temor, a sembrar con valor y a continuar labrando este terreno que Dios ha puesto en nuestras manos.